Asana de la «indestructibilidad» – Vajrasana
Vajrasana a menudo sirve como base para realizar otras asanas, pero también es efectiva por sí misma. Se considera muy cómoda para la meditación si la postura del loto aún no es accesible. La asana simboliza la firmeza y la inquebrantabilidad. Se cree que la persona que la practica será tan fuerte y con una conciencia tan «clara» como un diamante.
La postura más segura, que prácticamente no tiene restricciones. A diferencia de otras asanas, Vajrasana está permitida incluso después de una comida abundante. ¡Además, se recomienda para estimular el funcionamiento del tracto gastrointestinal!
La postura del diamante ayuda a lidiar con otros trastornos del estómago e intestinos, además de reducir el malestar por hemorroides. Este efecto tiene una explicación sencilla. Dado que la asana reduce el flujo de sangre hacia la zona del suelo pélvico, también proporciona alivio en el área del sacro y los músculos del suelo pélvico. Antes y después del embarazo, esta postura puede normalizar el ciclo.
Durante la meditación, la postura es la menos «distractora» y tranquila:
– es fácil mantener la espalda;
– no hay una tensión demasiado fuerte en las piernas;
– el pecho está abierto y la respiración es libre.

¿Cómo realizar la postura del diamante?
- Póngase de rodillas, luego comience a descender suavemente las nalgas hacia los talones.
- Asegúrese de que los dedos gordos de los pies estén juntos y los talones separados a los costados.
Si sientes presión en el tobillo, puedes colocar almohadas o asentar los huesos del asiento sobre una pequeña elevación. Por ejemplo, toma un bloque de yoga, colócalo entre los talones. Siéntate en el bloque de manera que las espinillas permanezcan debajo de los glúteos, pero con esta elevación sientas menos tensión.
3. Coloca las palmas relajadas sobre las rodillas.
4. Estírate hacia arriba con el pecho, pero evita una curvatura excesiva en la zona lumbar.
5. Los hombros están relajados, no es necesario juntar las escápulas con fuerza.
6. La espalda está recta, y el cuello con la cabeza son su continuación natural.
7. Cierra los ojos y relájate. Puedes imaginar que «respiras» a través de la coronilla. Con cada exhalación, todas las preocupaciones y emociones negativas se van, y con cada inhalación te llegan nueva energía y recursos.

La postura del diamante y contraindicaciones
Si hay incomodidad en los tobillos, no debes soportarlo. Sal de la postura y estira las piernas delante de ti. Haz ejercicios compensatorios: tira con fuerza los dedos de los pies hacia ti y luego aléjalos hasta que sientas que el dolor ha desaparecido.
Puedes volver a la postura utilizando su versión simplificada. Con el tiempo, los pies se adaptarán y podrás mantener la postura por períodos más prolongados.
Si hay molestias en los muslos, se pueden colocar las rodillas más separadas. Cuanto más gruesa sea la esterilla o la manta, más fácil será para las rodillas soportar la carga durante la asana.
No debes realizar la asana si tienes lesiones en el tobillo o las rodillas. No toleres el dolor, usa libremente herramientas para facilitar la asana o simplemente evita realizarla durante un malestar.