La fertilidad es una indicación de si una mujer puede concebir y llevar un embarazo a término. El análisis de fertilidad se realiza para determinar su nivel y, en función de los resultados, prescribir el tratamiento adecuado. La determinación de los indicadores es posible de varias maneras, al igual que su mejora.
La fertilidad es la capacidad de una mujer o un hombre para tener un hijo. Este indicador está influenciado por la edad, factores genéticos, ambiente y estilo de vida. Generalmente, la fertilidad de una mujer o un hombre se evalúa cuando no se logra concebir un hijo durante un largo período. Las mujeres necesitarán consultar a un ginecólogo para realizar la prueba.
Los óvulos en el cuerpo femenino se forman ya durante el desarrollo fetal. Cerca de la adolescencia, su número es aproximadamente de 400 mil. Los óvulos no se regeneran en el cuerpo, algo que es importante tener en cuenta.

Tan pronto como comienza el período de pubertad, también comienzan a madurar gradualmente los óvulos. El proceso de ovulación implica la liberación de un óvulo maduro del folículo. De esto depende directamente si una mujer puede concebir un hijo o si tendrá dificultades. Luego ocurre la fertilización del óvulo: a través de las trompas de Falopio, llega al útero y se adhiere a sus paredes. Después de esto, comienza el desarrollo gradual del feto.
La fertilidad femenina no solo depende de la ovulación. Sus cambios están sujetos a varios factores:
- las trompas de Falopio deben tener una pasaje normal;
- el endometrio debe tener un grosor suficiente, ya que influye en el éxito de la implantación del embrión y su desarrollo posterior;
- el cuello uterino y el útero mismo deben estar saludables para que la mujer pueda llevar a término el embarazo normalmente;
El sistema reproductivo femenino está influenciado por varias hormonas. Por lo tanto, la fertilidad femenina depende en un 40% del equilibrio hormonal. Se evalúa este indicador en función de tres factores: si puede concebir, llevar y dar a luz a un niño. Si la mujer es capaz solo de 2 factores, el indicador es bajo, si es capaz de los 3, es normal.
Etapas principales de la edad fértil
La edad fértil de una mujer se divide convencionalmente en cuatro etapas:
- Fase reproductiva temprana. Período: desde el inicio de la menstruación (a los 10-13 años) hasta los 20 años. Tiene varias características: el ciclo menstrual se establece, la ovulación es muy rara o inexistente, y el nivel hormonal fluctúa. En esta etapa hay una alta probabilidad de quedar embarazada.
- Fase reproductiva media. Su duración es de 20 años. El ciclo durante este período es estable, así como también el nivel hormonal. No hay problemas de salud. Es el período óptimo para concebir y llevar a término un embarazo.
- Fase reproductiva tardía. Dura hasta los 45 años, a veces un poco más. El nivel hormonal es inestable, mientras que el ciclo y la ovulación son estables. En el cuerpo se inician cambios relacionados con la edad. Se permite el embarazo de manera natural, pero durante el embarazo podría requerirse asistencia médica activa;
- Fertilidad menguante. Ocurre entre los 46 y 60 años. Comienza la menopausia en la mujer. En otras palabras, el ciclo menstrual se vuelve irregular o cesa por completo. Además, el equilibrio hormonal fluctúa mucho, lo que se acompaña de síntomas característicos. Quedar embarazada de forma natural es imposible, por lo que para llevar a término un embarazo será necesario someterse a un tratamiento hormonal.
Independientemente de la fase de la edad fértil, antes de iniciar intentos activos de concepción, es recomendable consultar con un ginecólogo.
Cómo determinar el nivel de fertilidad
La prueba de fertilidad implica una consulta detallada con un médico y un examen ginecológico. Mediante ultrasonido y análisis se puede evaluar la reserva de óvulos de una mujer. Además, se recomienda realizar análisis hormonales. También es aconsejable realizar pruebas para detectar enfermedades de transmisión sexual.
Si es necesario, se pueden realizar pruebas para investigar la permeabilidad de las trompas de Falopio. Uno de los factores más importantes que afecta directamente la fertilidad de una mujer es la cantidad y calidad de los óvulos en los ovarios, o en otras palabras, la reserva ovárica.
Los días con mayores probabilidades de una concepción exitosa se pueden determinar utilizando un calendario común. A mitad del ciclo, aproximadamente el día 15-17, ocurre la ovulación. Por lo tanto, desde esa fecha se deben contar 5 días hacia un lado y 2 días hacia el otro lado. Este método no es el más preciso, ya que cada organismo tiene sus propias características.

La fertilidad se puede determinar utilizando otros métodos:
- Por la temperatura basal. Debe medirse cada mañana en el recto y registrarse en un gráfico. Tan pronto como se observe una ligera disminución de temperatura, seguida de un aumento repentino, es el primer signo de ovulación;
- Según las secreciones cervicales. En los días fértiles, se vuelven más abundantes y cambian de consistencia, volviéndose elásticas y similares a la clara de huevo;
- Por las pruebas de ovulación. Se pueden comprar fácilmente en cualquier farmacia. El principio de realizar la prueba es simple: es necesario sumergir la tira reactiva en un recipiente con orina. El momento óptimo para hacerlo es por la mañana, ya que es cuando se encuentra el nivel más alto de hCG.
Además de los métodos mencionados, la fertilidad puede determinarse mediante una ecografía. Este método se utiliza raramente, aunque tiene una alta precisión. Determinar los días fértiles aumenta significativamente las posibilidades de una mujer de quedar embarazada en el ciclo menstrual actual.
Índice de fertilidad y cómo calcularlo
Se distingue entre el índice y el coeficiente de fertilidad. El último es un indicador macroeconómico. Muestra la relación del número promedio de hijos nacidos en un país por cada mujer en edad fértil. El índice puede variar de 0 a 10, donde 10 indica altas probabilidades de quedar embarazada.
Para determinar el coeficiente, se puede realizar un ultrasonido de los ovarios. Se realiza el estudio en el día 5-6 del ciclo. El médico evalúa el tamaño, el número de folículos en crecimiento y la proporción de tejidos especiales. Tras los resultados del análisis de fertilidad, se elabora un pronóstico que determina la probabilidad de concebir un niño en el futuro cercano.

También se puede determinar el coeficiente mediante un análisis hormonal. El nivel de la hormona antimülleriana (AMH) determina la cantidad de folículos en los ovarios de una mujer. Esto permite determinar el nivel de función reproductiva. A su vez, el AMH influye en la ovulación mensual. Los niveles bajos de AMH indican que hay un número críticamente bajo de folículos en los ovarios y, en este caso, será muy difícil llevar a término un embarazo.
Qué factores influyen
Es importante tener en cuenta que el nivel de fertilidad femenina cambia a lo largo de la vida de una mujer. Está influenciado por varios factores, incluyendo:
- Edad. Con cada año, la cantidad de ovocitos disminuye y los ciclos sin ovulación ocurren con más frecuencia;
- Exceso o falta de peso, ya que se afecta el equilibrio hormonal;
- El estrés de manera regular provoca desequilibrio hormonal;
- Menopausia temprana;
- Enfermedades que afectan el fondo hormonal;
- Obstrucciones en las trompas de Falopio;
- Intervenciones quirúrgicas tempranas en el útero.
Siempre es necesario tener en cuenta los factores enumerados al evaluar la fertilidad femenina. Algunos de ellos conducen a la incapacidad de quedar embarazada, otros afectan la capacidad de llevar un embarazo a término. Diversos trastornos pueden ser permanentes, algunos temporales. De esto depende directamente el tratamiento propuesto.

Métodos de mejora
Tan pronto como una mujer presente cualquier problema de salud que impida la concepción normal de un hijo, debe comenzar de inmediato el tratamiento prescrito por el médico. Este puede ser tanto terapia con medicamentos como intervención quirúrgica. Se puede mejorar los indicadores y dar a luz a un hijo sano siguiendo las siguientes reglas:
- Mantener una vida sexual regular (acto sexual al menos 2-3 veces por semana);
- Una alimentación equilibrada (excluir las dietas bajas en calorías, la comida chatarra, añadir diversos alimentos a la dieta);
- Abstenerse completamente de los hábitos nocivos, incluyendo el alcohol y el tabaco;
- Tomar complejos vitamínicos;
- Consumir cafeína al mínimo;
- Minimizar las situaciones estresantes;
- Mantener el balance hídrico.
Para restablecer el estado normal antes del embarazo, es posible tomar varios complejos vitamínico-minerales o diversos suplementos. Antes de tomarlos, es esencial consultar con el médico tratante, ya que pueden tener ciertas contraindicaciones.

Todas estas recomendaciones tienen un efecto beneficioso sobre la fertilidad de la mujer. Es necesario seguir las reglas independientemente del nivel de fertilidad y de los intentos fallidos de embarazo en el pasado. Si no se logra concebir un hijo después de un año de intentos activos, conviene consultar a un médico para determinar las causas.
Riesgos de alto nivel
Después de realizar los análisis de fertilidad, los resultados se distribuyen en tres niveles. Si el nivel es bajo, significa que la mujer solo es capaz de concebir un hijo. Un nivel normal indica la posibilidad de que la mujer quede embarazada sin intervención médica. Además, esto aumenta la probabilidad de que la mujer pueda dar a luz sin recurrir a la estimulación hormonal.
Un nivel alto determina directamente la capacidad de concebir. Además, las posibilidades de embarazos repetidos con un intervalo mínimo aumentan varias veces. Esto también incrementa la probabilidad de que la concepción ocurra en medio del ciclo menstrual o durante la lactancia. Ningún método anticonceptivo garantiza una protección del 100%.
Si una mujer tiene un alto nivel de fertilidad, la probabilidad de quedar embarazada al usar métodos anticonceptivos aumenta varias veces. Por lo tanto, la elección de métodos anticonceptivos presenta ciertas dificultades. Teniendo esto en cuenta, es muy importante que la mujer cuide su salud y visite periódicamente al ginecólogo, incluyendo para realizarse una prueba de fertilidad. Esto la protegerá de posibles riesgos.
El nivel de fertilidad de cada mujer cambia a lo largo de su vida y este proceso no se puede evitar. Lo único que se puede hacer es monitorear el índice y llevar un estilo de vida saludable. Se debe recordar que el nivel y la etapa de fertilidad afectan directamente la capacidad de concebir y llevar a término un bebé. Por ello, muchos ginecólogos recomiendan planificar el embarazo entre los 20 y 35 años de edad.