Cómo ayuda el yoga a las mujeres a superar problemas
Cuando una madre embarazada se mueve poco, corre el riesgo de provocar un estancamiento de sangre en los órganos pélvicos. Estos procesos pueden llevar a algunas enfermedades femeninas.
Se pueden prevenir utilizando en la práctica diaria asanas para la pelvis. ¡Sin embargo, para las embarazadas el beneficio puede ser aún mayor! El yoga ayuda a prepararse adecuadamente para el parto, disminuir el riesgo de desgarros y ofrecer alivio a sí misma, así como las condiciones más favorables para el nacimiento.

Yoga para los órganos pélvicos – ejercicios
Es importante recordar que el proceso del primer parto a menudo se presenta como algo intimidante para las mujeres. El yoga cambia la relación con nuestro cuerpo y nuestra capacidad de entenderlo:
- sentir nuestras reacciones;
- controlar la contracción y relajación de los músculos;
- gestionar el pánico a través de la respiración y la atención plena.
Las asanas están dirigidas a normalizar la circulación sanguínea en la zona pélvica y a preparar los músculos para que no se tensen y se controlen conscientemente en el momento más importante.

Malasana
La postura Malasana es la más efectiva para hacer que los ligamentos sean más elásticos y abrir la zona de las caderas. Además, la postura ayuda a que el bebé se coloque correctamente antes del parto.

Cómo realizarla
Prepara una estera de yoga o similar, una manta o frazada.
- Coloca los pies tan separados como te resulte cómodo. No pierdas el equilibrio – puedes pedir la ayuda de alguien cercano y entrar en la pose junto a una silla o pared.
- Agáchate lentamente, separando las rodillas hacia los lados.
- No todos podrán mantener completamente los pies pegados al suelo, ¡así que se pueden ayudar! Coloca libros de la misma altura o una tela doblada debajo de los talones.
- Junta las palmas de las manos frente a ti. Los codos «empujan» suavemente las rodillas hacia los lados, creando una presión ligera.
Para hacer el ejercicio aún más útil, involucra los músculos del suelo pélvico. Aprieta y relaja los músculos del suelo pélvico, sincronizando los micromovimientos con la respiración (inhalación – contraer, exhalación – relajar).
Marjariasana
Una postura que masajea suavemente los músculos de la espalda, relaja la parte baja de la espalda y también afecta los nervios. No debes excluir esta postura de la práctica diaria y en el período de recuperación. El yoga para mujeres, en principio, ayuda a mantener la salud en un nivel que permita posteriormente disfrutar aún más de la maternidad, evitar la depresión posparto y descubrir el nuevo papel de madre con una actitud positiva.
¡Importante! No activamos los músculos abdominales. El yoga para la pelvis no debe ser incómodo, especialmente durante el embarazo. Asegúrate de que cada postura brinde una sensación agradable de relajación y estiramiento.
Cómo realizarla
- Bajamos sobre las rodillas, los brazos extendidos se colocan en la colchoneta directamente debajo de las articulaciones de los hombros. Las rodillas, a su vez, están debajo de la pelvis.
- Al inhalar, arqueamos la espalda, metemos la pelvis y acercamos la barbilla al pecho.
- ¡Exhalando compensamos! Arqueamos la columna en la dirección opuesta, levantamos la cabeza y llevamos la pelvis hacia atrás.

Más ejercicios en el programa en línea de preparación para el parto de «MomsLab». Con solo 10 minutos al día, el yoga para la pelvis no solo facilitará el proceso de parto, sino que también acelerará la recuperación.