- Qué es una hemorroide
- ¿Qué otra clasificación de la enfermedad existe?
- Primera etapa
- Segunda etapa
- Etapa tercera
- Etapa final
- Por qué el desarrollo de hemorroides en embarazadas es peligroso
- ¿Qué otros riesgos tiene esta dolencia para futuras mamás?
- Complicaciones más frecuentes
- Manipulaciones higiénicas
- Causas de la aparición de la dolencia durante el embarazo
- Por qué más se manifiesta la enfermedad
- Síntomas
- Diagnóstico
- Prevención
- Qué ayudará a prevenir el desarrollo de la dolencia
- Dieta para embarazadas con hemorroides
- Ejercicios para la prevención de hemorroides
- Ejercicios para el primer y segundo trimestre con hemorroides
- Tercer trimestre – ejercicios para hemorroides
- Opciones de tratamiento
- Tratamiento Medicamentoso
- Medicamentos para el tratamiento
- Medicamentos de acción sistémica
- Medicamentos de acción local: supositorios, ungüentos
- Otros medios e innovaciones
- Actividades para aliviar el estado de la mujer embarazada
- Métodos quirúrgicos de tratamiento
- Hemorroides después del embarazo
- Tratamiento con medicamentos después del embarazo
- Características de los métodos quirúrgicos: eliminación con láser
- Ligadura, escleroterapia con láser, desarterialización
- Prevención de las hemorroides después del parto
- Reseñas
Las hemorroides durante el embarazo son uno de los problemas bastante comunes y más desagradables que las futuras mamás deben enfrentar. El embarazo es un proceso fisiológico natural que no debería ni puede ser causa de enfermedades. Sin embargo, las características del organismo femenino y su transformación en una mujer que espera un bebé pueden ser un factor predisponente para el desarrollo o el agravamiento de un mal ya existente.
Sin embargo, las hemorroides durante el embarazo se manifiestan en la mitad de las mujeres, y después del parto, más del 80% de las jóvenes madres enfrentan esta enfermedad. No es permisible posponer el tratamiento de la enfermedad durante el embarazo, ya que el mayor peligro es la propiedad de la enfermedad de progresar. La trombosis y la anemia hemorroidal, que se desarrolla en el contexto de hemorragias del ano, no son todas las complicaciones graves que puede causar una hemorroide descuidada.

Qué es una hemorroide
Tener una comprensión clara de qué es esta enfermedad permitirá resolver eficazmente el problema de las hemorroides durante el embarazo. La enfermedad proctológica se manifiesta cuando los vasos hemorroidales se dilatan e inflaman, formando nódulos dolorosos en la mucosa del canal rectal y alrededor del orificio anal. Un complejo sistema de flujo sanguíneo asegura su reducción o aumento según el funcionamiento del esfínter anal. La inflamación de los nódulos hemorroidales durante el embarazo conduce a molestias y causa un dolor significativo, especialmente durante la defecación.
Existen varias formas de la enfermedad:
- externa: afectación de los vasos bajo la piel del orificio anal y el perineo;
- interna: en la estructura del recto, situada bajo la mucosa del canal rectal, se producen cambios patológicos;
- combinada: están presentes signos de ambas formas.
Por lo general, la enfermedad en mujeres embarazadas es externa.

¿Qué otra clasificación de la enfermedad existe?
La enfermedad también puede presentarse en etapas agudas y crónicas. La primera variante se caracteriza por dolores intensos, y la región afectada presenta sangrado. Los síntomas de la hemorroides aguda indican que ha comenzado la etapa de trombosis de los nódulos hemorroidales, cuyos signos son inflamación, en casos avanzados – sangrado intenso e incluso necrosis. A menudo, la forma aguda se desarrolla cuando las hemorroides crónicas se complican severamente. Esta forma de la enfermedad es peligrosa y ocurre bastante raramente, por ejemplo, durante el parto.
La etapa crónica de la enfermedad causa a la mujer una leve molestia relacionada con la salida de los nódulos hemorroidales del ano durante el embarazo. Es muy importante comenzar a tratar las hemorroides crónicas a tiempo, a pesar de la ausencia de dolor. Esta forma de la enfermedad a menudo afecta la zona del esfínter. Por lo general, las hemorroides crónicas durante el embarazo se desarrollan a lo largo de todo el período. Existen cuatro etapas de su desarrollo.
Primera etapa
Todas las fases de desarrollo de las hemorroides durante el embarazo varían en síntomas, sensaciones y grado de peligro potencial. La primera etapa es la más leve y es fácil de manejar con diferentes medios medicinales. Sus principales signos son: molestia en la región anal, leve dolor después de la defecación, a veces dejando rastros de sangre brillante en el papel higiénico.
Estos son los primeros signos de un próximo trastorno, a los que es necesario reaccionar a tiempo. Sucede que tales manifestaciones no molestan casi a la futura mamá, y ella decide aguantar, esperar a que «se pase solo». Esta actitud despreocupada hacia el problema conduce a un mayor progreso de la enfermedad, y puede pasar a la siguiente fase.
Segunda etapa
En esta etapa del progreso patológico de las hemorroides durante el embarazo, todos los síntomas de la primera fase se intensifican, añadiéndose un picor constante y molesto. Las sensaciones cambian: durante la defecación el dolor puede aumentar sustancialmente, pero las manifestaciones dolorosas pasan rápidamente.
Si durante la defecación se hacen esfuerzos fuertes, los nódulos internos de hemorroides durante el embarazo que se inflaman comienzan a salir del ano. Sin embargo, todavía se pueden reintroducir fácilmente por uno mismo. Esta situación requiere una visita inmediata al proctólogo, ya que cuando las hemorroides durante el embarazo pasan a la tercera fase, los síntomas dolorosos se intensifican y tratar el problema con el tiempo se vuelve aún más complicado y requiere significativamente más tiempo.
Etapa tercera
Si la futura mamá continúa ignorando las manifestaciones de las hemorroides durante el embarazo, el dolor se convertirá en su compañero constante y no podrá deshacerse de él ni de día ni de noche. En tal desarrollo de la situación, a la mujer embarazada le resulta difícil caminar, acostarse es incómodo, y estar sentada se acompaña de un dolor insoportable. Los nudos de hemorroides durante el embarazo siguen saliendo, pero es complicado reintroducirlos por sí solos, se requiere esfuerzo.
La enfermedad en esta etapa es una necesidad al cien por ciento de visitar el consultorio del proctólogo. El especialista explicará cómo tratar el problema y prescribirá un tratamiento permisible durante el embarazo. La tercera etapa es una amenaza directa para el niño, por lo que continuar pretendiendo que nada está sucediendo y posponer la visita al médico es simplemente peligroso.
Etapa final
Esta fase de las hemorroides durante el embarazo ya no implica tratamiento médico, sino que requiere intervención quirúrgica y la eliminación de los nódulos en la mesa de operaciones. Entre las muchas técnicas existentes, durante el embarazo se intenta elegir las menos traumáticas. Además, esta cuarta etapa es dolorosa, el estrés constante puede provocar muchas dolencias. Pero su principal peligro radica en que el ano sangra mucho y la enfermedad pasa a una etapa aguda, donde pueden ocurrir trombosis y necrosis. Sin embargo, el desarrollo de hemorroides durante el embarazo hasta la cuarta etapa ocurre raramente.
Por lo general, ya en la segunda etapa, la embarazada acude al proctólogo, quien comienza a tratarla efectivamente. Además, la enfermedad puede no progresar tan rápido y no llegar a una etapa crítica durante el embarazo. Siempre y cuando, por supuesto, el embarazo no ocurra cuando las hemorroides estaban en la segunda o tercera etapa.
Por qué el desarrollo de hemorroides en embarazadas es peligroso
El desarrollo de hemorroides durante el embarazo, además de la incomodidad y sensaciones dolorosas, conlleva muchos peligros para las mujeres en esta situación. El tipo interno de la enfermedad no está asociado con la frecuente protrusión de los nódulos hemorroidales, sin embargo, puede complicarse con hemorragias. Las venas dilatadas y distendidas a menudo se rompen después de la defecación. Esto lleva a la anemia y afecta el desarrollo del feto, debido a la falta de oxígeno, causando hipoxia. Además, cuando se rompe un nódulo hemorroidal interno a menudo se forma una fisura y se produce dolor.
La evacuación posterior se dificulta, lo que aumenta la tendencia al estreñimiento. Junto con esto, el dolor provoca un espasmo crónico de los músculos del esfínter anal. Esto impide que la fisura anal sane, ya que la nutrición de la mucosa del canal anal está comprometida. La presencia de tal fisura es un problema crónico independiente.
¿Qué otros riesgos tiene esta dolencia para futuras mamás?
Cuando se tiene hemorroides externas durante el embarazo, a la fisura anal y el sangrado se agregan el estrangulamiento de los nódulos hemorroidales externos que han salido. En este caso, a causa del espasmo muscular del esfínter, se altera la circulación sanguínea en los nódulos. La sangre que llega al nódulo por las arterias sale por las venas con gran dificultad. Esto lleva a la dilatación del nódulo y causa un dolor intenso. A su vez, esta situación conduce a la trombosis de los nódulos hemorroidales, lo que aumenta el dolor de manera significativa debido a la inflamación de los tejidos circundantes.
Esta posición agota a la embarazada, impidiéndole dormir debido a los dolores durante varios días. Todo parece aterrador: los nudos se hinchan hasta el tamaño de un huevo de codorniz, y a veces de gallina, y dejan de reintroducirse en el recto. La trombosis prolongada del nudo hemorroidal conduce a la necrosis de los tejidos, que es un medio nutritivo para los microbios. Luego siguen la hinchazón del perineo y el aumento de la temperatura.
Complicaciones más frecuentes
La complicación más común que se encuentra con las hemorroides durante el embarazo es su transición a una forma crónica. Los médicos recomiendan la intervención quirúrgica si los nudos inflamados molestan a la mujer después de 5-6 meses postparto. Además del riesgo de desarrollar anemia ferropénica debido a los nudos hemorroidales sangrantes, pueden causar el desarrollo de otras patologías. Por ejemplo, el desarrollo de complicaciones infecciosas e inflamatorias.
Además de las fisuras anales, esto puede incluir proctitis (inflamación de la mucosa del recto) o paraproctitis (inflamación del tejido alrededor del recto). Los procesos inflamatorios, provocados por infecciones y compresión mecánica de los nódulos, pueden, junto con trombosis, llevar a gangrena, cuando es necesario una intervención quirúrgica urgente. Además, el agotamiento nervioso y físico debido a las hemorroides durante el embarazo afecta negativamente la preparación del cuerpo para el parto.
Manipulaciones higiénicas
Para tratar eficazmente las hemorroides inflamadas, es necesario realizar procedimientos de higiene que ayuden a prevenir complicaciones infeccioso-inflamatorias de las hemorroides durante el embarazo. Así, está categóricamente prohibido el uso de toallitas higiénicas o papel higiénico en caso de hemorroides internas, y especialmente en el de externas. Es necesario lavarse con agua a temperatura ambiente y secarse con un paño húmedo después de la defecación.
La limpieza de la zona anal se realiza utilizando una solución débil de permanganato de potasio o decocciones de hierbas medicinales. Los procedimientos de higiene con un síndrome de dolor pronunciado se combinan con baños tibios. Los procedimientos con agua tibia son especialmente beneficiosos para las hemorroides internas, ya que tienen un efecto espasmolítico. Si las hemorroides son externas, los baños deben realizarse con productos que contengan agentes antisépticos para evitar complicaciones infecciosas.
Causas de la aparición de la dolencia durante el embarazo
Los cambios hormonales en el organismo de la mujer son las premisas para la aparición de hemorroides durante el embarazo. En este período, los niveles de progesterona, la llamada «hormona del embarazo», aumentan en el suero sanguíneo de la embarazada. El aumento de progesterona lleva a una reducción de la elasticidad de las paredes de los vasos sanguíneos. Esto, a su vez, conduce a la estasis venosa en las extremidades inferiores y en los órganos de la pelvis.
Además, durante el periodo de gestación, el estado fisiológico de la futura madre favorece los procesos de estasis en el tejido alrededor del útero, el aumento de la presión intraabdominal y el significativo incremento del suministro de sangre a las venas situadas en el recto. Entre las causas de la aparición de hemorroides durante el embarazo se encuentran la reducción de la actividad física y la recurrencia de enfermedades previas.
Por qué más se manifiesta la enfermedad
Además, entre las causas que pueden llevar al desarrollo de las hemorroides durante el embarazo se encuentran:
- Número de partos y edad de la mujer: hasta los 30 años, el mal aparece en una de cada cinco futuras madres, y después, la mitad de ellas enfrenta este problema.
- Debilidad hereditaria de la pared venosa de los cuerpos vasculares hemorroidales.
- Aumento abrupto de los niveles de estrógenos durante el embarazo, lo que debilita el tono muscular de la pared venosa de las venas hemorroidales.
- Incremento de la presión venosa en las venas de las piernas y venas hemorroidales, causado por la presión del útero sobre las venas profundas de la pelvis, provocando várices en las piernas.
- Debido al alto nivel de estrógenos, reducción del tono muscular de los vasos sanguíneos y de la musculatura lisa del intestino – desarrollo de una tendencia al estreñimiento durante el embarazo.
- Alimentación incorrecta o desequilibrada.
- Congestión venosa en los vasos del canal anal.

Síntomas
Los signos de un hemorroides incipiente durante el embarazo incluyen pequeños nódulos fuera del ano, que no son visibles y están ubicados dentro del recto. La incomodidad comienza a molestar a la mujer a medida que las venas hemorroidales aumentan. Aparece periódicamente un ligero picor en la zona del ano y una sensación de humedad. Estas manifestaciones están relacionadas con la secreción de un líquido inflamatorio del tracto intestinal, que irrita la piel alrededor del orificio anal.
También pueden haber otros síntomas, como ligeras secreciones sanguinolentas del ano relacionadas con el acto de defecar. Además, otros síntomas de las hemorroides externas incluyen incomodidad en el área anal, presencia de sangre en las heces y protuberancias de los nódulos hemorroidales bajo la piel en el área del orificio anal. Es importante tratar las hemorroides externas durante el embarazo tan pronto como aparezcan los primeros síntomas, ya que esto aumentará las posibilidades de evitar una intervención quirúrgica.
Diagnóstico
Por lo general, las hemorroides durante el embarazo se detectan fácilmente durante el examen inicial por parte de un proctólogo. Para hacer un diagnóstico correcto, el especialista entrevista a la embarazada y realiza un examen manual del ano. Para excluir la presencia de una variedad interna de la dolencia, a la mujer se le asignan estudios instrumentales adicionales, como la anoscopia o la rectosigmoidoscopia.
La última variedad de estudio implica la inserción de un dispositivo óptico – rectosigmoidoscopio en el ano. Con su ayuda, el médico puede examinar el interior del intestino y tomar material de la membrana mucosa para su análisis. No hay duda de que si se diagnostican hemorroides durante el embarazo, generalmente se elige un tratamiento conservador local que excluye la probabilidad de efectos de medicamentos en el feto en desarrollo.
Prevención
Ya se ha convertido en un aforismo la expresión de que cualquier dolencia es más fácil de prevenir que de curar después. Esto también es cierto en lo que respecta a la prevención del desarrollo de hemorroides durante el embarazo. Para minimizar el riesgo de su aparición, es necesario eliminar al máximo las causas de la formación de esta dolencia en embarazadas, tanto durante el período de gestación como la aparición de la enfermedad después del nacimiento del niño.
La primera causa es vascular, relacionada con la alteración del flujo sanguíneo de los nódulos hemorroidales durante el embarazo. La segunda es mecánica, que está relacionada con el proceso del parto. El desarrollo de hemorroides después del embarazo se debe a las grandes cargas sobre los ligamentos (de Parks y de Tiedt) y los músculos en el área perianal. Es posible prevenir la aparición de la enfermedad en todos los períodos de gestación y parto si se eliminan estas causas: olvidar los malos hábitos y aumentar la actividad física.
Qué ayudará a prevenir el desarrollo de la dolencia
Aparte de evitar el consumo de alcohol, tabaquismo y la ingesta de alimentos perjudiciales (comida rápida), la prevención de las hemorroides durante el embarazo puede incluir:
- evitar levantar objetos pesados;
- incluir en la dieta de la embarazada vegetales frescos y frutas, alimentos altos en fibra;
- excluir del menú de la futura madre alimentos que irritan la mucosa del recto: comidas picantes, ahumadas, saladas;
- consumo de una cantidad adecuada de líquidos – 1.5-2 l de agua al día;
- evitar estar sentado por períodos prolongados;
- incluir actividades físicas moderadas en la rutina diaria.
Pero si el médico ha diagnosticado hemorroides durante el embarazo, medidas simples como una dieta y ejercicio pueden aliviar significativamente el estado de la futura madre.
Dieta para embarazadas con hemorroides
Uno de los primeros y principales consejos que dan los proctólogos, si a una mujer se le diagnostica hemorroides durante el embarazo, es eliminar urgentemente el estreñimiento. Para lograrlo, es necesario saber qué alimentos una embarazada, que tiene hemorroides agravadas durante el embarazo, deberá excluir urgentemente de su dieta.
Entre ellos:
- comida grasosa;
- todos los tipos de legumbres;
- bebidas alcohólicas;
- bollos dulces;
- platos salados, picantes, fuertes y especiados – estos, al igual que el alcohol, aumentan el suministro de sangre a las venas pélvicas;
- frutas y bayas inmaduras;
- mostaza;
- productos lácteos altos en calorías;
- cebolla;
- pan negro.
Y, por el contrario, si se inflaman los nódulos de hemorroides durante el embarazo, es necesario agregar al menú alimentos guisados, hervidos, como patatas, remolacha, brócoli, zanahorias, coliflor, ciruelas pasas, pasas, albaricoques secos (solo en compota).
Ejercicios para la prevención de hemorroides
Para evitar que las hemorroides durante el embarazo se inflamen y que la afección se agudice, durante todo el embarazo es necesario realizar los siguientes ejercicios en las posiciones originales:
1. De pie, con los pies al ancho de los hombros, los brazos extendidos frente a ti. Sin levantar los pies del suelo, gira el torso hacia la derecha llevando el brazo derecho lo más atrás posible – inhalar. Volver a la posición original al exhalar, girando hacia la izquierda. Repite cinco veces hacia cada lado.
2. De pie, con las manos al frente entrelazadas. Lleva los brazos lo más atrás posible y realiza giros con el torso hacia la izquierda y hacia la derecha. Repite el ejercicio cinco veces hacia cada lado.
3. Sentada en el suelo, apoyada con las manos detrás. Dobla las piernas en las rodillas sin levantar los talones del suelo. En la siguiente etapa, extiende lentamente las piernas. Se requiere repetir 5 veces.
Ejercicios para el primer y segundo trimestre con hemorroides
Para aliviar la condición si se inflaman las hemorroides durante el embarazo, puedes hacer ejercicios que no son recomendables en el tercer trimestre, pero son aceptables en el primero y segundo trimestre. El primero consiste en sentarse, separando las piernas tanto como sea posible y presionándolas firmemente contra el suelo. Si es posible, no doble las rodillas. Inclínese hacia adelante y toque alternativamente con las manos el pie izquierdo y el derecho, luego enderécese. Repita las inclinaciones 5-7 veces.
El segundo consiste en sentarse como en el anterior, realizando inclinaciones hacia los lados, manteniendo la mano opuesta en la cintura. Es necesario repetir hacia cada lado 5 veces. El tercero consiste en acostarse de espalda, con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo. Flexione las piernas en las rodillas y acérquelas al abdomen, luego regrese a la posición inicial. Se recomienda repetirlo 7-10 veces.
Tercer trimestre – ejercicios para hemorroides
A medida que pasa el tiempo, los ejercicios preventivos contra las hemorroides durante el embarazo se vuelven más difíciles debido al aumento del abdomen. En el primer y segundo trimestre todavía se puede hacer el ejercicio acostada sobre el lado derecho con el brazo derecho doblado por el codo y colocado debajo de la cabeza. Al mismo tiempo, hay que doblar la pierna izquierda por la rodilla y acercarla al abdomen, se puede ayudar con la mano izquierda. Luego, se realiza el ejercicio acostada sobre el otro lado y se repite de 7 a 10 veces para cada lado.
Pero en el tercer trimestre, con hemorroides durante el embarazo, ya son permitidos los movimientos más suaves posibles. Por ejemplo, desde la posición inicial sentada en una silla, extendiendo el brazo derecho hacia un lado. La pierna izquierda doblada por la rodilla se levanta hacia la izquierda y hacia adelante. Al exhalar, hay que intentar llevarla hacia la superficie del abdomen de lado, ayudándose con la mano izquierda. Al inhalar, se puede volver a la posición inicial. Es necesario repetir 5 veces para ambas piernas.
Opciones de tratamiento
El tratamiento de las hemorroides diagnosticadas durante el embarazo sin la supervisión de un especialista proctólogo está categóricamente prohibido. En casa, solo se pueden usar las pomadas y medicamentos prescritos por él, que garantizan no dañar al feto en desarrollo. Además, es importante saber que durante el embarazo, el tratamiento para las hemorroides puede variar dependiendo de la forma y la etapa de la enfermedad.
Algunas mujeres intentan combatir el mal sin recurrir a la ayuda médica, utilizando métodos populares. Sin embargo, no es posible resolver el problema sin un tratamiento completo; solo se puede aliviar temporalmente el estado de la mujer a la que se le ha diagnosticado hemorroides durante el embarazo. Solo el tratamiento medicinal o la intervención quirúrgica serán efectivos.
Tratamiento Medicamentoso
Por lo general, al elegir los medios para tratar las hemorroides durante el embarazo, el especialista considera si la enfermedad es externa o interna en una mujer en particular. Si es el primero, se prescriben pomadas; si se detecta el segundo, se recomiendan supositorios.
Si las hemorroides durante el embarazo no han adquirido formas graves, el médico generalmente prescribe medicamentos flebotónicos para reducir la congestión sanguínea de los nudos hemorroidales, pero con mucha precaución.
Ya que solo el medicamento Detralex es un flebotónico que ha pasado por pruebas científicas para su seguridad durante el embarazo. Se prescribe tomarlo 2-4 veces al día, 1-2 tabletas. Otros medicamentos como la Troxerutina y Venarus no pueden ser recomendados para su uso, ya que no tienen pruebas de seguridad para el feto.
Medicamentos para el tratamiento
Mientras que las hemorroides durante el embarazo se pueden tratar con medicamentos, el médico selecciona los medicamentos de acuerdo con la naturaleza y la etapa en que se encuentra. Para la etapa aguda, se utilizan fármacos flebotónicos, analgésicos, antiinflamatorios y hemostáticos que tienen un efecto sistémico y local. Un tratamiento efectivo solo es posible con la combinación de medicamentos de ambos grupos.
En los últimos meses del embarazo, los AINEs y los glucocorticoides están contraindicados tanto en la terapia sistémica (para administración oral) como en su aplicación local, así como los medicamentos sistémicos para el tratamiento de las hemorroides durante el embarazo. En los dos últimos períodos del embarazo, el tratamiento después del embarazo y el parto, durante la lactancia, los medicamentos pueden usarse con restricciones. Esto se aplica tanto a las formas en tabletas como a las aplicaciones tópicas.
Medicamentos de acción sistémica
Durante el tratamiento conservador de las hemorroides durante el embarazo, se utilizan AINEs (Diclofenaco, Ksefokam) como medicamentos sistémicos. El efecto antiinflamatorio de estos medicamentos se logra inhibiendo la biosíntesis de prostaglandinas, que son importantes en la patogénesis de la inflamación y BS. La decisión sobre el uso de ciertos medicamentos sistémicos en el tratamiento de las hemorroides durante el embarazo es tomada exclusivamente por el proctólogo que observa a la embarazada en cuestión.
Ningún medicamento puede ser tomado por la mujer sin consultarlo con él. Por lo general, los especialistas prescriben medicamentos para normalizar la circulación sanguínea y los procesos metabólicos, fortalecer las paredes de las venas y suprimir la inflamación, mejorando las propiedades reológicas de la sangre, es decir, aquellos que previenen la formación de coágulos pero no permiten hemorragias.
Medicamentos de acción local: supositorios, ungüentos
Una opción más segura es tratar las hemorroides durante el embarazo con la prescripción de productos que actúan localmente directamente sobre la zona de los nódulos hemorroidales y la fisura anal. Se trata de pomadas como Hepatrombina G, Troxevasina, Levomekol, Relief, pomada de heparina y supositorios con aceite de espino amarillo. El tratamiento local se prescribe para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
Los especialistas destacan en particular el Procto-Glyvenol entre los medicamentos de este grupo. Contiene lidocaína, que reduce el dolor, elimina la sensación de ardor y picor, así como tribenosido, que reduce la inflamación, mejora la microcirculación y aumenta el tono de los vasos sanguíneos. El medicamento se presenta en forma de supositorios rectales y crema. Con su uso en tratamiento combinado en forma de crema y supositorios, los principales síntomas de la enfermedad, el sangrado, el dolor y el picor, disminuyen en el séptimo día. Para el día 15, los síntomas de las hemorroides durante el embarazo desaparecen en el 92,9–97,6% de los casos.
Otros medios e innovaciones
La ciencia médica no se detiene en la búsqueda de nuevos tratamientos para las hemorroides durante el embarazo. Un desarrollo innovador que ha mostrado buenos resultados es el uso eficaz de un generador rectal de oscilaciones sonoras. El dispositivo consta de un accesorio especial y un generador de oscilaciones sonoras.
Su principio de funcionamiento se basa en que, al vibrar a una frecuencia determinada en el canal anal, el dispositivo acelera la curación de fisuras, reduce la hinchazón, el dolor y el espasmo secundario. En su punta se inserta una vela con aceite en el orificio anal. Esta procedimiento puede realizarse tantas veces como sea necesario, ya que ayuda a reintroducir los nódulos hemorroidales internos prolapsados.
Actividades para aliviar el estado de la mujer embarazada
Junto con la medicación recetada por un especialista, ciertos acciones pueden ayudar a aliviar las molestias causadas por las manifestaciones de las hemorroides durante el embarazo. Estas acciones son fáciles de realizar de forma independiente en casa. Ante cualquier síntoma, incluso leve, de la enfermedad, hay que prevenir la posibilidad de diarrea y estreñimiento, y evitar el esfuerzo durante la defecación.
Además, después de cada evacuación intestinal, es necesario limpiar cuidadosamente el ano y mantener limpia la piel alrededor de él. Una mujer que experimenta hemorroides durante el embarazo debe intentar sentarse en superficies suaves. Esto ayudará a reducir la hinchazón y disminuirá el riesgo de desarrollar nuevas hemorroides.
En las primeras etapas, se puede utilizar una bolsa de hielo.
Métodos quirúrgicos de tratamiento
Las hemorroides crónicas durante el embarazo pueden agravarse con sangrado y prolapso de los nódulos hemorroidales. En tal situación, no será posible evitar la intervención quirúrgica. Si una embarazada presenta tales complicaciones, se utiliza un método mínimamente invasivo como la fotocoagulación infrarroja, en el que se aplica un flujo de calor a los nódulos hemorroidales durante el embarazo utilizando un rayo infrarrojo.
También se utiliza la eliminación del nódulo hemorroidal mediante un anillo de látex especial – la ligadura. Frecuentemente se emplea la escleroterapia, que es la cauterización química de los vasos que nutren los nódulos, y la vaporización láser, en la que se cauterizan mediante un rayo láser. El proctólogo decide tratar las hemorroides durante el embarazo mediante cirugía si la enfermedad de la mujer es severa y existe riesgo de desarrollar infecciones agudas.
Hemorroides después del embarazo
Si el embarazo de una mujer a la que se le ha diagnosticado la enfermedad culmina en un parto exitoso, no significa que la enfermedad haya desaparecido por sí sola, ya que muchas de las causas que la provocaban han cesado. Además, el proceso de dar a luz está asociado con factores adicionales que favorecen el desarrollo posterior de la enfermedad, su exacerbación y la aparición de complicaciones peligrosas. El tratamiento de las hemorroides después del embarazo tiene sus particularidades y brinda al proctólogo más oportunidades para aplicar medidas radicales.
Así, junto con el tratamiento con medicamentos, él puede ofrecerle a la madre una cirugía programada que la librará de la enfermedad unos meses después del nacimiento del bebé. Además, su realización puede ser compatible con la lactancia y no requerirá una hospitalización prolongada.
Tratamiento con medicamentos después del embarazo
El principio del tratamiento de las hemorroides después del embarazo mediante el uso de medicamentos consiste en que los fármacos utilizados, tanto de acción sistémica como local, no deben pasar a la leche materna, no afectar el proceso de lactancia y no representar un peligro para el niño. Esto, por supuesto, se refiere a los casos en que el bebé está siendo amamantado. Generalmente, si la enfermedad se encuentra en las primeras etapas y se presenta en forma leve, el especialista prescribe medicamentos venotónicos que mejoran la circulación sanguínea en las venas y laxantes.
Para uso local, se utilizan supositorios y ungüentos de espino amarillo. También se prescribe el supositorio Natalsil, un medicamento a base de algas marinas pardas, cuyo principio activo es el alginato de sodio. Su composición tiene un efecto hemostático y antiinflamatorio, ayudando a la recuperación de los daños en la mucosa.
Características de los métodos quirúrgicos: eliminación con láser
Si no fue posible tratar las hemorroides después del embarazo de forma conservadora, el médico recomienda a la mujer recurrir a métodos quirúrgicos de tratamiento. Dependiendo del historial de la paciente, se puede ofrecer la eliminación con láser de las hemorroides internas y externas. Esta intervención quirúrgica mínimamente invasiva se realiza con un láser de CO2. Su esencia radica en la escisión y cauterización simultánea de los nódulos hemorroidales con un rayo láser de alta frecuencia, sin dañar los tejidos que rodean el nódulo en el canal anal.
Este método es garantizadamente efectivo, indoloro, sin sangre y rápido. El procedimiento dura aproximadamente 15 minutos, el tiempo de anestesia local es de 5-10 minutos. La paciente puede abandonar la clínica después de unas horas del procedimiento.
Ligadura, escleroterapia con láser, desarterialización
Las hemorroides después del embarazo pueden ser tratadas con ligadura con bandas elásticas. Mediante un dispositivo especial, se colocan en los nódulos y los comprimen, lo que lleva a la necrosis del tejido debido a la interrupción del flujo sanguíneo en el nódulo. La circulación en las venas locales se detiene, lo que conduce a la necrosis del tejido. El nódulo cae en 10-14 días, causando a la paciente un mínimo de molestias. Otro método progresivo es la escleroterapia láser de los nódulos hemorroidales. Consiste en la introducción de una fibra láser en el nódulo hemorroidal, provocando que se adhiera y luego se fusione.
Durante el procedimiento generalmente se utiliza un láser de diodo. El método más común es la detección ultrasónica de los vasos que alimentan los nódulos hemorroidales y su ligadura. El método se llama «desarterialización con mucopexia». El nombre reconocido internacionalmente es Hemorroidal Artery Ligation and Recto Anal Repair o HAL and RAR.
Prevención de las hemorroides después del parto
La prevención de enfermedades después del nacimiento del bebé no es menos importante que durante el embarazo. Los médicos aconsejan para la prevención, en primer lugar, llevar una dieta equilibrada y adecuada, prestando especial atención a los alimentos ricos en fibra, como el salvado, diversas verduras y vegetales verdes. El consumo limitado de productos lácteos fermentados, lácteos y productos de harina evitará el estreñimiento, ya que el peristaltismo intestinal mejorará.
En segundo lugar, para la prevención de enfermedades después del parto, los especialistas aconsejan beber mucha agua. La cantidad de agua pura es de 30 ml por cada kg de peso corporal. Por supuesto, los jugos, tés y otros no se incluyen en esta cantidad. Es obligatorio mantener un estilo de vida activo. Esto permitirá verse bien, mejorar la condición del suelo pélvico y el tono muscular, lo cual puede lograrse con ejercicios matutinos diarios, yoga, natación en piscina y pilates. Es imprescindible la higiene del área anal tras la defecación, evitando el esfuerzo.
Reseñas
Muchas mujeres que desarrollaron hemorroides después del embarazo o durante el embarazo comparten sus sensaciones e impresiones sobre las visitas a los especialistas y la eficacia de las medidas preventivas y los tratamientos propuestos para este padecimiento. A la mayoría les han sido útiles y han dado buenos resultados.
Por ejemplo, la paciente Diana, embarazada de 5 meses, agradece al proctólogo por el tratamiento prescrito, que incluye ungüentos, supositorios y cremas, los cuales han podido aliviar significativamente los síntomas de la enfermedad. Ella planea solucionar el problema de manera definitiva después del nacimiento del bebé.
Otra mujer, María, cuya enfermedad se agravó después del parto, comparte sus impresiones de la operación de escleroterapia que le realizaron para eliminar las hemorroides. La enfermedad ya existía antes, pero después del parto aparecieron complicaciones que requirieron intervención quirúrgica.