Vitamina D durante el embarazo

¿Te interesa saber qué vitamina D es mejor tomar durante el embarazo? ¿O no sabes cuál debería ser la dosis correcta? ¿No entiendes del todo los beneficios y la importancia de este micronutriente? A continuación, en el artículo analizaremos por qué casi todas las mujeres embarazadas deben tomar vitamina D y cuáles son las consecuencias negativas de la deficiencia de este micronutriente. 

La vitamina D durante el embarazo juega un papel especial. También influye en la fertilidad de la mujer, la regulación del ciclo menstrual y la formación del cuerpo femenino. Por eso, los médicos recomiendan mantener un nivel normal de este micronutriente en cada una de las etapas: preparación para la concepción, embarazo y lactancia. 

Normas para la futura mamá

La deficiencia de vitamina D durante el embarazo está asociada con el riesgo de desarrollar preeclampsia. En otras palabras, puede surgir hipertensión arterial acompañada de proteinuria. También hay riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes. La vitamina D debe tomarse durante todo el embarazo. 

Si la futura mamá toma la sustancia en la cantidad adecuada, el niño la acumulará y la utilizará durante los primeros 6 meses de vida. Por lo tanto, juega un papel importante mantener la dosificación correcta. El contenido de microelementos en el cuerpo del bebé depende directamente de cuánto tomó la madre durante el embarazo. 

Durante el embarazo, la vitamina D debe estar dentro de la siguiente norma recomendada: 15 mcg al día o 600 UI. Para las mujeres lactantes, la norma es de 30 mcg al día o 1200 UI. 

También hay muchos otros vitaminas para el embarazo que se pueden tomar.

Toma en los dos primeros trimestres del embarazo

En el primer trimestre del feto se desarrollan la mayoría de los órganos y sistemas corporales. También en el esqueleto se produce la formación de la matriz de colágeno. En el segundo trimestre ocurre la calcificación del esqueleto, lo que conduce a un aumento significativo en la necesidad de calcio. 

Si no se cumple con la norma de vitamina D en el embarazo, puede llevar a complicaciones graves. Así, se reduce la densidad mineral del tejido óseo hasta el desarrollo de osteoporosis, puede surgir diabetes gestacional. Si hay una deficiencia significativa de vitamina D y la embarazada recibe una dosis menor a 800 UI al día, no habrá efecto preventivo. 

Por lo tanto, si surge la pregunta de si se puede tomar vitamina D durante el embarazo, es recomendable consultar a un médico. Él indicará pruebas para determinar el nivel de la sustancia, su deficiencia y la norma. Prácticamente para todas las embarazadas es razonable la ingesta de 4000-5000 UI al día. Esto permitirá evitar consecuencias desfavorables. 

Beneficios del microelemento

La vitamina D3 durante el embarazo se considera un microelemento responsable de la salud femenina. Su consumo en el organismo de las mujeres es mucho mayor que en el de los hombres. Esto está relacionado con las funciones del organismo femenino. Por lo tanto, en diferentes períodos de la vida, la necesidad de la sustancia en el cuerpo puede aumentar. Por esta razón, hay que no solo vigilar el nivel de calciferol, sino también evitar su deficiencia o exceso. 

La vitamina D es sumamente necesaria durante el embarazo, ya que aporta los siguientes beneficios:

  • es responsable del nivel en sangre de calcio y fósforo, que son responsables de mantener y fortalecer el tejido musculo-esquelético;
  • es importante para el aparato locomotor, incluyendo para una postura correcta;
  • controla el funcionamiento de los sistemas inmunológico, cardiovascular, hormonal y nervioso, y también se encarga de la regulación del metabolismo de los carbohidratos;
  • contribuye a mantener el embarazo, especialmente en el primer y segundo trimestre;
  • tiene eficacia antiinflamatoria e inmunomoduladora;
  • tiene un efecto positivo en la formación de la inmunidad del feto y su tejido óseo.

Por lo tanto, es difícil subestimar la utilidad de este microelemento. Solo se debe tener en cuenta que durante el embarazo, la vitamina D debe tomarse en una dosis menos alta en las primeras etapas que en las últimas. 

Importancia durante el embarazo

Entre las mujeres embarazadas, la deficiencia de vitamina D es un fenómeno bastante común. El nivel de esta sustancia juega un papel enorme en la formación del feto, así como en su desarrollo. Así, existe una relación directa y muy estrecha entre el nivel del microelemento D en la sangre de la madre y en la sangre del feto. Por lo tanto, si una mujer embarazada tiene una deficiencia marcada de vitamina D, existe un 90% de probabilidad de que también esté presente en el bebé. 

En las formas más graves, la deficiencia puede llevar a consecuencias significativas. Incluyendo, entre ellas, el raquitismo intrauterino. Si la deficiencia del microelemento se manifiesta en forma leve, es fácil de compensar. Sin embargo, merece la pena ser consciente de todos los posibles riesgos: la influencia negativa en el desarrollo del sistema inmunológico del feto, enfermedades infecciosas, disfunción inmune en el futuro. 

Funciones de la vitamina D durante el embarazo:

  • regulación del metabolismo del calcio y del fósforo en el tejido óseo del feto;
  • influencia en la inmunidad innata del feto;
  • influencia en el desarrollo del sistema esquelético del feto, formación del esmalte dental;
  • regulación del metabolismo de la glucosa.

El nivel de la sustancia tiene un impacto a largo plazo en la salud del niño. Numerosos estudios epidemiológicos confirman el hecho de que la vitamina D influye en los riesgos de enfermedades que tienen un período latente prolongado, como las enfermedades cardiovasculares, la esclerosis múltiple, el lupus eritematoso sistémico y la diabetes mellitus.

Consecuencias de la sobredosis

Con bastante frecuencia, durante el embarazo las mujeres comienzan a tomar complejos vitamínicos, especialmente D3 sintetizada en forma de medicamentos. Es importante tener en cuenta que es liposoluble y se elimina con dificultad del organismo. Como resultado de una sobredosis prolongada (de 10,000 UI en adelante), la sustancia alcanza un nivel de toxicidad en pocos días. Su exceso también puede llevar a consecuencias negativas.

La hipersensibilidad a esta sustancia también puede provocar un exceso de la misma. Las mujeres no deben preocuparse de que por estar demasiado tiempo bajo el sol se produzca un exceso. La hipervitaminosis puede manifestarse en dos etapas:

  • primero aparece náuseas, sed, fuertes dolores de cabeza, problemas con el funcionamiento del tracto gastrointestinal, convulsiones, irritabilidad aumentada, dolores musculares y articulares;
  • luego aparece el depósito de calcio en los tejidos blandos, lo que puede llevar a la aterosclerosis.

El contenido elevado de vitamina D durante el embarazo puede conducir a resfriados frecuentes, arritmia, hipertensión, y agrandamiento del hígado. Por eso, la dosis la prescribe el médico solo después de que se obtengan los resultados del análisis de sangre. Si se recomienda un uso prolongado, la futura mamá debe estar bajo observación constante. 

Necesidad de grandes dosis

El déficit de vitamina D se observa en el 75% de la población mundial. Las causas de la deficiencia de este compuesto en el organismo femenino pueden ser:

  • producción insuficiente bajo la influencia del sol;
  • periodo invernal-primaveral;
  • alimentación desequilibrada y dietas proteicas;
  • presencia de enfermedades del hígado, riñones, vesícula biliar, intestino delgado;
  • sobrepeso;
  • falta de actividad física.
  • uso de medicamentos contra el colesterol y antiácidos (reducen el alto nivel de acidez en el estómago);
  • enfermedades crónicas del sistema endocrino.

En estos casos, la dosis diaria puede ser un poco más alta de lo habitual. En cualquier caso, es necesario guiarse por tres factores: los resultados de los análisis, el bienestar general y las recomendaciones del médico tratante. 

Grupos de riesgo y eliminación de enfermedades

En el grupo de riesgo (pacientes que deben tomar vitamina D obligatoriamente) se incluyen mujeres con insuficiencia renal/hepática crónica, enfermedades óseas, obesidad, tuberculosis. El déficit de vitamina D durante el embarazo se puede reconocer por varios síntomas: aumento de la fragilidad de las uñas y el cabello, sudoración excesiva, debilidad muscular.

Asimismo, la necesidad de este micronutriente se puede identificar por factores como mala calidad del sueño, fatiga rápida, tendencia a la depresión y cambios de humor constantes. El déficit de vitamina D es especialmente peligroso para las mujeres embarazadas en el primer trimestre. Debido a la deficiencia, se produce una alteración en el intercambio de fósforo-calcio, lo que conduce a enfermedades como la osteoporosis y la osteomalacia. También aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades oncológicas. Si no se toma la vitamina D en la dosis adecuada, puede haber un desenlace desfavorable en el embarazo. 

Qué alimentos contienen vitamina D

La vitamina D se encuentra en alimentos como pescados grasos, hígado, yema de huevo y algunos cereales. El cuerpo también sintetiza esta sustancia cuando la piel es expuesta a las ondas ultravioleta de la luz solar. Para obtener la cantidad necesaria de este micronutriente, se recomienda estar al sol al menos 2 veces a la semana de 10 de la mañana a 3 de la tarde.  

La ingesta insuficiente de este micronutriente D a través de los alimentos puede ser compensada a través de suplementos dietéticos o tomando complejos vitamínicos y minerales. No obstante, se recomienda preferir la sustancia ‘natural’, que se absorbe mejor a través de la alimentación. 

La vitamina D durante el embarazo influye en el estado de la futura mamá y su hijo. Su deficiencia provoca consecuencias desagradables que tienen un efecto negativo en el organismo. La sustancia ofrece un gran beneficio, pero es importante saber en qué dosis tomarla y por cuánto tiempo. Solo el médico tratante puede decir esto, basándose en los resultados de los análisis. 

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