Las posturas simples que se discutirán a continuación ayudarán no solo a ordenar el sistema nervioso, sino también a aliviar las áreas «cargadas» del cuerpo.
Aquí hay algunas ventajas de practicar asanas cuando sientes un exceso de tensión:
– alivian la carga de los músculos excesivamente tensos;
– eliminan el estrés;
– quitan el dolor de cabeza y la migraña;
– ayudan a combatir el insomnio.
Para las embarazadas, las asanas de relajación tienen otra función adicional. La práctica consciente enseña a gestionar el proceso de relajación en situaciones tan estresantes como el parto. Una madre que gasta demasiada energía en el pánico, finalmente, prácticamente no deja energía para la última etapa del parto.
Además, la práctica del yoga sigue inherentemente un orden especial de respiración. Resulta que el esfuerzo físico y la respiración están indisolublemente relacionados. Al aprender a regular el ritmo de inspiración y espiración, podrás controlar completamente tu cuerpo en la sala de parto.
Además, las mujeres embarazadas experimentan una carga física y psicológica incomparablemente mayor. Las asanas para la relajación, por el contrario, restauran la energía, reduciendo la cantidad de la hormona del estrés, el cortisol. Esto tiene un efecto positivo tanto en la salud de la madre como en la del bebé.
Encontrarás lecciones en video completas en el área personal del programa en línea para embarazadas «MomsLab». Ahora nos familiarizaremos con las asanas básicas para el descanso.
Normalmente se practica el Savasana como la etapa final en un conjunto de ejercicios.
La postura clásica de shavasana se realiza en el suelo sobre una esterilla. Puedes poner una manta debajo de ti y cubrirte con otra para mayor comodidad.
¿Cómo se realiza? La mujer se acuesta sobre su espalda. Las piernas y los brazos están ligeramente separados, con las palmas de las manos hacia arriba. Los ojos están cerrados, concentrándonos en la respiración.
Visualizamos cómo desde la cabeza hasta los pies la tensión abandona el organismo. Asegúrate de que el cuerpo esté extendido en una línea recta, sin tensión en el cuello. Si estar acostado sobre la espalda no es cómodo, puedes colocar una almohada en un lado, así como bajo la cabeza y la espalda. De este modo, nos encontramos en una postura semi-reclinada.
Permanecemos en shavasana por al menos 10 minutos. Captura y toma nota de cada pensamiento que distraiga. Prométete reflexionar sobre él más tarde, hasta que la mente esté completamente vacía.
Es útil practicar meditación durante shavasana. Puedes encontrarlas en el programa «MomsLab».
Si ya estás familiarizada con la clásica «mariposa», no tendrás dificultad para realizar la postura. Es mejor entrar en la asana 30 minutos antes de dormir para mejorar el sueño.
Bajo la cabeza y la parte torácica, coloca una almohada o una manta doblada varias veces. Dobla las piernas, separa las rodillas y fija los pies unidos debajo de los glúteos. Si sientes incomodidad en la articulación de la cadera, no dudes en poner almohadas debajo de las rodillas. La asana seguirá siendo efectiva.
¡Importante! Sal de la asana lo más suavemente posible para no dañar las articulaciones y los tendones estirados.
La postura ayuda a abrir la región pélvica, preparando suavemente a la futura madre para el parto.
Nos sentamos en el suelo, con la espalda recta y la coronilla apuntando hacia arriba. Doblamos las piernas de manera que las rodillas miren hacia los lados. Los pies, como en la asana anterior, se unen frente a nosotros cerca de la pelvis.
Para facilitar el ejercicio, se puede colocar un soporte firme debajo de la pelvis. Si no puede mantener la espalda recta, comience a realizar el ejercicio contra la pared.
Durante el embarazo, esta postura viene como anillo al dedo. En primer lugar, es muy efectiva en los primeros signos de las várices, en segundo lugar, alivia la hinchazón y la desagradable tensión en las piernas.
Estas propiedades se deben a que durante la realización de la postura, la sangre «fluye» de regreso a la región abdominal y al corazón. El cerebro se oxigena y la circulación sanguínea en las piernas se restaura después de salir de la postura. Sentirás un alivio general y una oleada de energía.
Prepare un lugar para la práctica junto a la pared. Directamente debajo, coloque una almohada más alta para la pelvis, y perpendicular a la pared, extienda una alfombra suave o una manta. Acuéstese de lado en la alfombra, doblando las piernas. Gire cuidadosamente sobre su espalda, doblando y levantando las piernas para que queden completamente extendidas a lo largo de la pared. Las manos abiertas hacia los lados con las palmas hacia arriba. Salga de la asana en orden inverso: doble las piernas y gire hacia un lado.
No se recomienda permanecer demasiado tiempo en la postura si tiene presión arterial alta. Para los principiantes, 3-5 minutos serán suficientes.
Cuando practique yoga sin un instructor, es importante seguir la técnica y las normas de seguridad:
¡Esperamos que la práctica solo les traiga sensaciones placenteras y les ayude a prepararse de manera de calidad para el parto!
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